Fobia Social
¿Qué es la Fobia Social?
El trastorno de ansiedad social se caracteriza por el miedo o la inquietud ante ciertas situaciones o actuaciones interpersonales. Las personas afectadas a menudo las evitan, o bien las viven con mucha angustia.
Con una prevalencia actual del 9% en mujeres y del 7% en hombres, aproximadamente el 13% de las personas presentan ansiedad social en algún momento de su vida, debido a que se trata de una enfermedad mental infradiagnosticada.
¿Cómo se manifiesta?
Básicamente se trata de un trastorno de ansiedad que conlleva miedo intenso a una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas. Algunos ejemplos son las interacciones sociales, ser observado comiendo, bebiendo o actuando delante de otras personas, este último caso es etiquetado de “miedo escénico” al tener el individuo un gran temor de ser valorado negativamente, a que lo humillen o le avergüencen, significando el rechazo y la ofensa hacia otras personas.
Este trastorno mental está catalogado de fobia por significar un fuerte, desproporcionado e irracional sentimiento de temor hacia algo, alguien o determinada situación, presuntamente amenazante para quien lo padece, pero que en verdad no representa ningún peligro real. A este tipo de fobia se le etiqueta social porque precisamente son las situaciones sociales las que lo provocan. En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas o quedarse paralizados ante el fracaso de hablar en situaciones sociales.
Tanto en adultos como en menores el miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, dura típicamente seis o más meses y si no se cura este trastorno mental se puede cronificar.
A propósito de un caso de Fobia Social
Sergio es un chico de 34 años que vive en Madrid, se ha independizado hace poco de su casa familiar, está soltero y aunque tiene pareja prefiere vivir solo. Estudió el grado universitario en Ciencias de la Información y lleva trabajando dos años en una empresa del sector periodístico. Su labor consiste en redactar artículos de opinión sobre la actualidad deportiva en la Comunidad de Madrid, la idea principal es motivar a los lectores y captar nuevos clientes para que se suscriban al periódico en formato digital por Internet.
Sergio trabaja desde su casa en modalidad de teletrabajo, aunque al menos una vez por semana debe reunirse en el periódico con sus compañeros y jefes para exponer sus impresiones y debatir en estas jornadas grupales sobre las posibles mejoras que se puedan llevar a cabo para seguir teniendo un ranking positivo de suscriptores en el periódico digital deportivo.
Pero Sergio no lo pasa bien en esas reuniones, pues a pesar de ser consciente de que su éxito profesional depende de cómo defienda su trabajo en el diálogo y debate interactivo con sus compañeros y jefes que supervisan su trabajo, Sergio lleva muy mal tener que enfrentarse a preguntas y miradas, por lo que intenta pasar desapercibido para evitar que le interroguen, le cuesta mucho aporta ideas, implicarse en el debate y raramente realiza comentarios sobre las propuestas de otros compañeros.
Esta actitud le ha hecho ir perdiendo progresivamente la confianza de sus jefes e incluso ya ha recibido varias llamadas de atención en cuanto a la continuidad de su contrato, el posicionamiento publicitario de sus artículos y la cuantía de sus retribuciones.
Sergio recuerda que el problema lo ha tenido desde cuando iba al colegio evitaba hacer preguntas, no exponía trabajos ante la clase y se ruborizaba con las preguntas de los profesores. Considera que su miedo a hablar en público se relaciona con una especial sensibilidad a la opinión de los demás, temor a ser criticado o a generar aversión social.
Los síntomas psicofisiológicos son visibles y abiertos a la observación de los demás, que los suelen percibir como señales de incapacidad, defecto o falta de valía personal, lo que le conduce inevitablemente a una devaluación de su autoestima.
La sintomatología fisiológica que sufre Sergio es nerviosismo, rubor facial, sudoración excesiva, sensación de mareo, dificultad para respirar, temblor de la voz e incluso taquicardia. A nivel cognitivo, anticipa evaluaciones negativas por parte de los demás sobre su actuación, infravalora sus propias ideas y manifiesta expectativas de fracaso.
¿Tiene cura la ansiedad social?
La fobia social es básicamente un miedo irracional y desproporcionado que se manifiesta en situaciones de interacción social. Se trata de un trastorno mental que produce sufrimiento en los pacientes, pero afortunadamente hoy en día es susceptible de tratamiento exitoso.
El primer paso es ser consciente de la tenencia del trastorno psicológico que, al estar afectando a todos los órdenes de la vida y no teniendo control sobre su aparición y desarrollo, se debe solicitar ayuda a un profesional de la salud mental.
El tratamiento psicológico más adecuado es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), incluso cuando exista comorbilidad con otros trastornos, pues los fóbicos sociales tardan en acudir al tratamiento, suelen llegar a la consulta 5 o 10 años tras el inicio del problema, quedando enmascarado por el solapamiento de otros trastornos más agudos, como la depresión.
La “Terapia de exposición en vivo” a los estímulos temidos es una técnica conductual necesaria en el tratamiento de la fobia social, cuyo objetivo es que el paciente entre en contacto activamente con las situaciones que evita, debe enfrentarse directamente a sus miedos y permanecer en esas situaciones hasta que la ansiedad desaparezca.
También se han diseñado manuales de autoayuda y elaborado programas de enseñanza de normas mínimas de interacción social, para poder hacer frente a las conductas de evitación.
En definitiva, además de la utilización de las técnicas conductuales como la “exposición en vivo”, es fundamental conseguir objetivos terapéuticos con tratamientos cognitivos para eliminar las expectativas negativas de pérdida control sobre la propia conducta; cambiar la atención centrada en el aumento de la activación autonómica y suprimir los pensamientos reiterativos de fracaso y de temor a mostrar síntomas físicos de ansiedad, sobre todo frenar la tendencia a establecer metas perfeccionistas y a minusvalorar los logros conseguidos.
Así pues, la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) que combina la exposición en vivo con las técnicas cognitivas y el entrenamiento en habilidades sociales, es el tratamiento más efectivo y eficaz en los pacientes con fobia social, principalmente para dotarles de recursos de afrontamiento a las situaciones de estrés y reducir la probabilidad de recaídas.